Para profundizar la
tipología diseñada por Jung, comparto con Ustedes un resumen de su texto “Tipos psicológicos”.
Tener presente durante su lectura la ley de opuestos en la
dinámica psíquica, ayudará a su comprensión.
Tipos de actitud:
EXTRAVERTIDO - INTROVERTIDO
Tipo extravertido.
La actitud general de la
consciencia.
Cuando lo preponderante es
orientarse por el objeto y por los datos objetivos, de modo tal que las
acciones y decisiones habituales no sean condicionadas por opiniones
subjetivas, sino por circunstancias objetivas, hablamos de actitud
extravertida. Si la actitud es habitual, entonces hablamos de tipo extravertido.
Su
interés y su atención van hacia los hechos objetivos, ante todo lo que se
produce en el entorno.
Su
obrar está directamente referido a los datos y circunstancias objetivas pero su
punto débil es que al ir de tal forma hacia fuera, el más ostensible de todos
los hechos objetivos, a saber, el estado de su cuerpo, no es tenido
suficientemente en cuenta.
El
peligro que corre el extravertido está en ser absorbido por el objeto y
perderse completamente a sí mismo en él.
Para
Jung la neurosis más frecuente de este tipo es la histeria. Un rasgo básico de
la histeria es su continua tendencia a llamar la atención en su entorno,
tornándolo sugestionable e influenciable.
La
actitud de lo inconsciente.
Lo
inconsciente concentra su energía en el elemento subjetivo, esto es, en
aquellas necesidades y exigencias que son oprimidos o reprimidas por una
actitud consciente demasiado extravertida. Cuanto más completa es la actitud
extravertida consciente, tanto más infantil y arcaica es la actitud
inconsciente.
Tipo introvertido.
La actitud
general de la consciencia.
El tipo introvertido se
distingue del extravertido por su orientación hacia factores subjetivos, de ahí
que interpone entre la percepción del objeto y su propio obrar, una visión
subjetiva, la cual predomina sobre lo objetivamente dado.
La
consciencia introvertida, obviamente, ve las condiciones externas pero elige
como decisiva la determinante subjetiva.
Desde lo psicopatológico, tiende
a la subjetivación de la conciencia, confundiendo el Yo con el Sujeto y cae
fácilmente en la "Inflación del Yo.
La
actitud de lo inconsciente.
La sobrevaloración del factor subjetivo en la
conciencia provoca una minusvaloración del factor objetivo.
Cuanto más quiere el yo
ser independiente, superior y libre de obligaciones, tanto más cae en la
esclavitud de los datos objetivos.
Hay un refuerzo
inconsciente del influjo del objeto, descuidado por la unilateralidad del yo consciente, surgiendo
entonces, una absoluta e irreprimible vinculación al objeto que
puede encadenar de modo infantil al sujeto con el objeto, mágicamente sobre
valorado y temido a la vez.
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