lunes, 27 de octubre de 2014

BREVIARIO JUNGUIANO. Función Trascendente

“Bajo el nombre de función trascendente no ha de entenderse nada misterioso ni, por así decir, metafísico, sino una función psicológica que, a su manera, puede ser comparada con la función matemática del mismo nombre que articula números imaginarios y reales.
La función trascendente psicológica deriva de la unión de los contenidos conscientes e inconscientes.”
C.G.Jung

La función trascendente también llamada quinta función, es la imaginación creadora.
Para Jung, esta función es clave ya que representa el fluir creador del psiquismo y de la vida.
La función trascendente es a su vez causa y consecuencia de la integración de los contenidos conscientes e inconscientes.
La imaginación como función psíquica es sencillamente la actividad reproductiva (repetición de imagen) o creadora (combinación de imágenes logrando una original)
La imaginación es la naturaleza misma de la energía psíquica y  como tal se plasma en las cuatro funciones de orientación de la consciencia planteadas por Jung: pensar, senso-percibir, sentir e intuir.
Como función, la imaginación es igual a las cuatro funciones pero es, de alguna manera, la privilegiada ya que es la base de las otras cuatro.
Jung utilizó el término imaginación activa para referirse a la técnica misma. Se trata de un tipo de introspección o meditación que pone en acción la función simbólica, la cual mediante el símbolo establece el diálogo consciente-inconsciente (Yo-Si Mismo, vigilia-sueño, etc).
Jung empleó de manera rigurosa y metodológica esta técnica, consigo mismo como con sus discípulos y pacientes, para promover la expresión, profundización y elaboración de los contenidos inconscientes.
En nuestra vida cotidiana la imaginación es fundamental,  no  referida a una disciplina en particular sino como enriquecimiento del propio proceso de individuación.

lunes, 20 de octubre de 2014

BREVIARIO JUNGUIANO. El Si-Mismo

Jung denominó Selbst (Si-Mismo) a la imagen de la unidad de la personalidad en su conjunto y lo calificó como el punto central de su psicología.
El Si-Mismo es el arquetipo de la totalidad y origen-meta del Proceso de Individuación. No sólo contiene la vida ya vivida, sino que también es el punto de partida de toda la vida futura. 
Es entonces la imagen unitaria de lo que uno verdaderamente es (en el pasado, presente y futuro)
Recordemos que el aparato psíquico diseñado por Jung pone al Yo como el centro del consciente subordinado al Si-Mismo, representado como centro y circunferencia, abarcando tanto lo consciente como lo inconsciente.
 El Si-Mismo es una magnitud superior al Yo, de él  proceden los movimientos de autorrealización, consciencia de sentido y trascendencia.
Lo paradójico es que si bien la parte (el Yo) no puede abarcar el todo (Si-Mismo) es a través del Yo que podemos asimilar la riqueza que el Si-Mismo encierra.
La Imaginación Creadora (función y técnica de la que más adelante hablaremos) es una herramienta valiosa para este diálogo indispensable entre Yo/Si-Mismo durante nuestro Proceso de Individuación.

Una aproximación al Arquetipo de la Sombra


martes, 7 de octubre de 2014

BREVIARIO JUNGUIANO. El Yo

Retomando el esquema de aparato psíquico diseñado por Jung, recordemos que lo consciente y lo inconsciente son ubicados como polos regidos por la ley de opuestos.
Dentro de la esfera de lo consciente, reconocemos: la consciencia, la máscara y el Yo.
El Yo es un complejo (el único consciente) que centraliza la identidad y la continuidad de la personalidad.
El Yo a través de la consciencia puede percibir y hacer conscientes los fenómenos externos como algunos de los internos.
El Yo se despliega entre dos mundos colectivos: el mundo social y el mundo interno (arquetípico); de esta manera tiene una función de mediador entre el mundo exterior y  la propia interioridad.
El Yo, por un lado se contrapone al Si-Mismo (arquetipo de totalidad del cual hablaremos más adelante) y por otro se integra a él.
A modo de ejemplo podemos pensar que el Yo es el vehículo indispensable para recorrer el camino (del proceso de individuación) que tiene como origen y meta el arquetipo del Si-Mismo (nuestra personalidad total).
El Yo tiene varios desafíos ya que deberá estar atento a no quedar identificado a la Máscara (creer que uno es sólo lo que hace y muestra) y por otro lado cuidarse de la inflación del Yo (creer que el Yo es la personalidad total).

Desde esta mirada del Yo me parece importante trabajar la flexibilidad del Yo ya que ella estará muy implicada en la dinámica de integración Yo/Si-Mismo.