lunes, 21 de diciembre de 2015

La Sombra y el enamoramiento

El enamoramiento brinda un campo fértil en cuanto a la proyección de la sombra. El amado-amada sirve de soporte de la proyección. Si el enamoramiento es recíproco, habrá soportes y proyecciones mutuas.
En la fase de atracción, se ve en el otro las cualidades que se desearía poseer pero que han sido arrojadas a la sombra.
En el enamoramiento la fascinación es muy versátil y una vez pasada esta primera fase, suele sobrevenir un cambio rotundo e inclusive la atracción puede llegar a trasformarse en rechazo.
Con la disminución de la atracción, los viejos miedos propios en sombra vuelven a la superficie. Se vuelve al momento en que se arrojó a la sombra todo cuento fue considerado amenaza para la aprobación e inclusión.
El vínculo con uno mismo vuelve a escena, llama a integrar los aspectos  luminosos y  sombríos personales, a fin de volverse  disponible para la  siguiente etapa de maduración que el amor de pareja requiere.

sábado, 5 de diciembre de 2015

A la pesquisa de la sombra

"El rango de lo que pensamos y hacemos
está limitado por aquello de lo que no nos damos cuenta.
 Y es precisamente el hecho de no darnos cuenta de que no nos damos cuenta lo que impide que podamos hacer algo por cambiarlo. Hasta que nos demos cuenta de que no nos damos cuenta seguirá moldeando nuestro pensamiento y nuestra acción".
R. D. Laing

La psicoanalista inglesa Molly Tuby describe seis modos diferentes para descubrir la sombra en nuestras relaciones cotidianas:
  • En los sentimientos exagerados respecto de los demás: "No puedo creer que dijera, hiciera, tal cosa" 
  • En el feedback negativo de quienes nos sirven de espejo: "Siempre me hacés lo mismo". 
  • En aquellas relaciones en las que provocamos de continuo el mismo efecto perturbador sobre diferentes personas: "Creemos que no  estás siendo honesto con nosotros".
  • En las acciones impulsivas o inadvertidas: "No quería decir, hacer, tal cosa"
  • En aquellas situaciones en las que nos sentimos humillados: "Tierra tragame".
  • En los enojos desproporcionados por los errores cometidos por los demás: "Me indigna que hayas llegado cinco minutos tarde".
A modo de síntesis diría: Cada vez que una emoción nos sobrepasa y se instala recurrentemente, la sombra nos está avisando su necesidad de salir a la luz para ser integrada.

martes, 1 de diciembre de 2015

Dilema entre máscara y sombra

El concepto de sombra resulta incomprensible sin el de máscara.

Jung emplea el término máscara para designar el aspecto más externo de la psique. Por medio de la máscara nos relacionamos con el mundo social y al mismo tiempo protegemos nuestra intimidad. 
La máscara alude al yo social resultante de los esfuerzos de adaptación dirigidos a observar las normas sociales, morales y educacionales del medio cultural-familiar. Si bien se ubica a nivel de lo consciente, sus raíces se hallan en lo inconsciente colectivo como arquetipo.
La máscara excluye del campo de consciencia todos los elementos -cualidades, rasgos, emociones, etc.- juzgados inaceptables por las personas importantes del entorno. Al mismo tiempo, produce en el inconsciente una contrapartida en sí misma que Jung la denominó sombra. Así entonces,  la máscara es a la sombra lo que el anverso al reverso.
El desarrollo de la máscara de un individuo no es posible sin enfrentarlo a un problema: para adaptarse a los comportamientos "aprobados" por la cultura, para representar los roles y adoptar los valores trasmitidos por ésta ¿Debe perderse la  singularidad? ¿Debe resignarse la personalidad totalidad?