Generalmente asociamos la palabra complejo con aquello que
acompleja, es decir, con lo que se percibe como disfuncional y por lo tanto,
susceptible de producir sentimientos de disconformidad y malestar. Sin embargo,
para Jung son manifestaciones normales de la vida y la clave de la dinámica
psíquica.
La palabra complejo proviene del latín complexus y hace referencia a aquello
que se compone de diversos elementos, a un conjunto que totaliza,
engloba o abarca partes individuales.
Los contenidos de la propia historia
se irán estructurando en el inconsciente personal bajo la forma de Complejos.
Los Complejos son puntos focales de
la vida psíquica, no podemos prescindir de ellos, pues su ausencia llevaría a
la parálisis de la actividad psíquica.
El Complejo se estructura con un
núcleo (que es un arquetipo) que le da significado (materno, paterno, etc) y
una tonalidad afectiva, es decir una red asociativa que va a
enriquecer ese núcleo de significación. Este grupo de representaciones,
cargadas emocionalmente, permanecen en el inconsciente hasta aparecer de
distintos modos y momentos en el consciente.
Hay un solo Complejo que es
consciente y ese es el Complejo del Yo, del cual hablaremos más
adelante.
Los Complejos son autónomos, pueden
activarse y sorprendernos en cualquier momento. Funcionan con leyes propias,
son como pequeños psiquismos dentro del psiquismo total.
Al activarse, un Complejo avisa que
hay algo disonante, no asimilado; lo cual puede convertirse en un obstáculo o
en motor hacia la integración. Recordemos que la ley de opuestos que
rige el psiquismo, tiende a la integración, por lo tanto los Complejos cuando
acceden a la consciencia tienden a su integración en la personalidad total,
aunque no siempre esto conlleve una sensación de bienestar inmediato.
Los Complejos pueden:
* Permanecer latentes sin causar perturbación.
*Manifestarse con leves síntomas que
no traen demasiada incomodidad (por ejemplo algunos lapsus)
*Irrumpir en la consciencia
descolocando al Yo.
Nosotros no decidimos sobre la
aparición o no de un Complejo en la consciencia, nuestra libertad se
circunscribe a decidir que tratamiento haremos de él una vez “activado”.
En tanto no tengamos consciencia de
los Complejos estaremos expuestos a ser manejados por ellos.
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